Aunque se crea que sólo las empresas más grandes pueden disponer de una reserva de máquinas-herramienta de lujo, hay un taller danés especialmente valiente que lleva años demostrando que este rumor es falso. La empresa danesa HACO invirtió más de catorce millones de euros en cinco tornos verticales de Dörries Scharmann y, gracias a ello, se ha convertido en el subcontratista líder de componentes de gran tamaño, relativamente planos y redondos en su ubicación escandinava.